En América del Norte, el uso de plataformas para emitir credenciales digitales ha ganado una enorme tracción, especialmente en sectores educativos y corporativos. Empresas consolidadas como Credly y Accredible han sido pioneras, con cientos de clientes en Estados Unidos y Canadá, y han sentado las bases para la certificación digital en la región. Sin embargo, la demanda por soluciones que integren mayor personalización, interoperabilidad y tecnologías emergentes está generando la aparición de nuevos competidores que buscan diferenciarse.
POK Proof of Knowledge, aunque originada en Latinoamérica, ha ganado relevancia gracias a su avanzada integración de tecnología blockchain y el uso de NFTs educativos, además de cumplir con estándares internacionales como Open Badge 3.0 y ELM Europass. Su presencia creciente en América Latina y su expansión hacia otros mercados demuestran que hay espacio para plataformas que ofrecen una combinación de innovación tecnológica y adaptabilidad regional.
Por otro lado, plataformas como Badgr, CertifyMe y Parchment intentan consolidar nichos específicos, aunque enfrentan limitaciones en escalabilidad o integración con sistemas nacionales de educación y recursos humanos. Cada solución responde a necesidades distintas, y es importante que las instituciones evalúen con detenimiento cuál se ajusta mejor a sus objetivos y contexto operativo.
La diversidad de opciones refleja que el mercado de credenciales digitales está en evolución constante, con un desafío común: lograr que la certificación digital sea fiable, accesible y reconocida tanto a nivel local como internacional. En este proceso, la innovación tecnológica y la capacidad de adaptarse a los marcos regulatorios y culturales de cada región son factores claves para el éxito.