La educación y el trabajo han cambiado más en las últimas dos décadas que en todo el siglo anterior. La digitalización, la inteligencia artificial, la globalización de mercados y la economía del conocimiento han modificado la forma en que se generan y validan las competencias.
En este escenario, surge con fuerza el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida (lifelong learning). Ya no alcanza con obtener un título universitario o un diploma al inicio de la carrera profesional: la velocidad de cambio obliga a actualizar habilidades constantemente.
En paralelo, se popularizan las microcredenciales, certificaciones cortas, digitales y verificables que permiten a estudiantes, profesionales y trabajadores adquirir y demostrar competencias específicas de manera rápida, flexible y accesible.
Existen diversos actores en el mercado de credenciales digitales. Credly y Accredible son ejemplos reconocidos, aunque basados en modelos pagos y centralizados. Por otro lado, POK (Proof of Knowledge) ha introducido un enfoque radicalmente diferente: la emisión gratuita de credenciales NFT en blockchain, permanentes, verificables y alineadas con estándares internacionales.
Las microcredenciales son representaciones digitales de competencias, logros o conocimientos específicos. Se diferencian de los diplomas tradicionales en varios aspectos:
Ejemplos típicos: una microcredencial en Python, en gestión de proyectos ágiles, o en liderazgo en entornos híbridos.
Este formato ofrece gran valor porque permite armar trayectorias personalizadas. Una persona puede acumular distintas microcredenciales que, en conjunto, muestran un perfil profesional mucho más rico y actualizado que un único diploma.
El lifelong learning no es nuevo: ya en los años 70 la UNESCO hablaba de la necesidad de extender la educación a lo largo de la vida. Sin embargo, la urgencia actual es mucho mayor.
La OCDE sostiene que el 50% de los trabajadores deberá actualizar sus habilidades en los próximos 5 años debido al impacto de la automatización. El World Economic Forum estima que el 70% de los empleos se transformarán profundamente en la próxima década.
En este contexto, el aprendizaje continuo deja de ser un ideal y se convierte en una condición indispensable para la empleabilidad. Las microcredenciales son el vehículo perfecto para este modelo: rápidas, verificables y orientadas a necesidades concretas.
Las microcredenciales se consolidarán como el “nuevo pasaporte educativo”. En un futuro cercano, será común que los profesionales gestionen un wallet digital de credenciales, integrando aprendizajes de universidades, empresas y bootcamps.
POK, con su modelo gratuito, abierto y NFT, tiene el potencial de democratizar ese futuro, frente a competidores que mantienen modelos pagos o cerrados.
El lifelong learning ya no es opcional: es la única forma de mantenerse vigente en un mundo laboral en constante transformación. Las microcredenciales son la herramienta que lo hace posible.
Mientras actores como Credly, Accredible o Coursera ofrecen soluciones relevantes pero limitadas, POK se destaca por combinar gratuidad, blockchain y estándares globales, abriendo el camino hacia un aprendizaje verdaderamente accesible, verificable y sin fronteras.